A fraga encantada

MATILDA...Una buena mañana, mientras los amigos del aula 5 (2 años), estaban preparándose para trabajar, apareció en la ventana de clase… ¡¡¡ una niña!!!

Pero… menuda niña !!!

Empezó a dar golpes y a timbrar con mucha insistencia…

¡Quería entrar por la ventana!!

Era una niña muy muuuuuy maleducada.

Le abrimos la puerta pues pensamos que necesitaba ayuda.

No sabíamos lo maleducada que era hasta que comenzó a subirse por las mesas, echar la lengua, insultar a las profes… e incluso romper un cuento que le habíamos enseñado..

Fue lo que colmó la paciencia de las profes, como podía ser posible que una niña se pudiese portar tan mal?

Y sin más contemplaciones, la expulsamos de la Fraga Encantada.

No pasó mucho tiempo sin que la niña volviera a aparecer otra vez…

Debido a su mal comportamiento en su anterior visita, las profes dudaron en dejarla pasar… pero después de pedir repetidas veces disculpas, accedimos a sus peticiones

Ah, se nos había olvidado presentarla. Se llamaba Matilda.

Después de hablar con ella comprendimos porqué se comportaba así…

Había perdido a su perro Rufo y estaba muy enfadada

No te preocupes Matilda. Nosotros te ayudaremos a encontrar a Rufo.

Le pedimos unas fotos donde apareciera Rufo y con una de ellas hicimos carteles por si alguien lo encontraba.

Y salimos a pegarlos por todo Cambre.

No recibimos ningún aviso…. L pero se nos ocurrió una gran idea.

¡¡¡¡ Pusimos salchichas en la entrada del cole!!!!

Matilda nos había comentado que la comida favorita de Rufo eran las salchichas… y ¡¡¡SORPRESA!! Desaparecieron del plato en cuánto nos despistamos. Pero de Rufo ni rastro. ¿Dónde estará?

Tuvimos que esperar hasta el día siguiente para que Rufo apareciera de improvisto, mientras trabajábamos tranquilamente.

¡¡¡ Que bonito y suave eres RUFOOOOO!!!!

¡QUE BIEN!!! Que contenta se va a poner Matilda…. Pero la sorpresa nos la llevamos nosotras!

Ya sabíamos porqué había desaparecido Rufo.

¡Matilda no lo sabía cuidar!

Y el perrito no quería volver con ella. Menudo problemón…

No podíamos decirle que habíamos encontrado a Rufo si el no quería volver con Matilda…

Decidimos que lo mejor sería enseñarle a Matilda como cuidar a su mascota… y , la verdad, nosotros de eso sabíamos un montón de cosas.

Semana tras semana Matilda vino al cole y le enseñamos que los perros comen una comida especial, que duermen en una caseta, que hay que sacarlos de paseo, que va a un medico llamado veterinario, etc.

Como premio a los esfuerzos que Matilda estaba haciendo al aprender a cuidar a su mascota, los niños del cole construímos una caseta y un comedor para que Rufo por fin tuviera un sitio para el en casa de Matilda.

El trabajo mereció la pena ya que Mattilda se puso feliz al ver lo que teníamos preparado para Rufo.